A partir del próximo 1 de enero de 2023, todos los municipios españoles con más de 50.000 habitantes instaurarán su propia Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Esto significa que un total de 149 localidades contarán con áreas restringidas a los coches más contaminantes, donde los vehículos sin distintivo ambiental no podrán acceder y los coches con etiquetas B y C tendrán el derecho a entrar supeditado a la decisión de cada ayuntamiento. Por ejemplo, en la ZBE de Madrid pueden entrar, pero no aparcar (solo en parking público, salvo que seas residente y estés empadronado).

La llegada de más Zonas de Bajas Emisiones inicia una carrera para adquirir coches con etiqueta ambiental ECO o Cero Emisiones de la DGT. Comprar coches nuevos con estos distintivos no es barato, y la escasez de stock sumada a la inflación han provocado que los precios aumenten aún más. Sin embargo, hay una forma de conseguir la etiqueta ECO en tu coche por 1.500 euros, sin necesidad de deshacerte del vehículo para comprar otro.

La solución a este problema es el Gas Licuado de Petróleo (GLP) o Autogas. Este combustible que en su estado natural es una mezcla de butano y propano, o se destila directamente del petróleo crudo, se ha convertido en líquido para su fácil manipulación, transporte y consumo. En España ya hay más de 700 puntos de repostaje, generalmente en gasolineras, donde puedes llenar el depósito de GLP. Además, su precio es inferior al diésel o la gasolina, ya que se sitúa en la barrera de 1 euro por litro repostado (en el pasado, antes de la subida de los carburantes, se vendía por 0,60 €/litro).

Una de las ventajas del GLP es que puedes realizar la conversión de tu coche a este combustible por poco dinero y obtendrás la etiqueta ECO si cumples con una serie de requisitos. Uno de los indispensables, y sin el cual no podrás realizar la conversión, es que tu coche debe ser de gasolina y estar homologado con la normativa de emsisiones Euro 3 o posteriores, o lo que es lo mismo, aquellos matriculados a partir de 2001. Existe también un límite de potencia, ya que no deben superar los 460 CV.

Realizar la conversión a GLP de tu coche de gasolina es más sencillo de lo que parece, y no se requiere ningún cambio en la estética, reforma del chasis o modificación en el motor. El trabajo de conversión debe realizarse en un taller especializado que instale solo kits homologados.

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Estos kits constan de un depósito específico que se instala en el hueco de la rueda de repuesto (hay que prescindir de la rueda de repuesto), sensores de presión y temperatura, un evaporador-reductor, un filtro de gas y un inyector que es el encargado de hacer llegar el GLP al motor. Por último, una centralita gestiona este sistema de combustible paralelo en base a la información recibida por la ECU del motor y los sensores.

La instalación de estos componentes no requiere apenas modificaciones y se lleva a cabo en uno o dos días. Una vez finalizado este proceso, contarás con un plazo de 15 días para pasar la ITV, donde los técnicos comprobarán que la instalación es correcta, cumple con los requisitos de seguridad y se puede legalizar el cambio. Una vez finalizado el proceso, y siempre teniendo en cuenta que se trata de un coche Euro 3 o posterior, se obtendrá la etiqueta ECO de la DGT.

El precio de convertir un coche de gasolina a GLP oscila entre los 1.500 euros y los 2.000 euros, en función del modelo y los kits homologados. Destacar que es posible convertir un coche diésel a GLP, pero la reforma es más compleja y requiere modificar el motor del coche, por lo que también resulta más cara.

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